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ALDEA DE EBRO

Posted in Valdeprao del Rio, Wiki Campoo

Arquitectura

Paisaje y naturaleza

Aldea de Ebro es uno de los cinco que forman la comunidad de los Riconchos, una zona apartada y montañosa sobre la vertiente izquierda del Ebro. Los montes que rodean a “La Aldea” se encuentran cubiertos de bosque de roble con ejemplares de porte pequeño o mediano por lo general, salvo en las agrupaciones que crecen al sur de las carreteras que llevan a los Carabeos y a Mediadoro, sonde alcanzan una mayor consistencia. En las orillas del Ebro aparecen excelentes bosques de ribera con especies como el chopo, el álamo o el sauce que pueden ser admirados en toso su esplendor desde el puente llamado “de los Riconchos”.

Patrimonio histórico

El casco urbano de aldea de Ebro está pendiente de la declaración como Bien de Interés Cultural con categoría de Conjunto Histórico, alfo que no debe extrañar a tenor de la riqueza de su patrimonio y de la homogeneidad y calidad estética de su arquitectura tradicional. El conjunto más valioso y pintoresco lo tenemos en la plazuela de la iglesia parroquial en la que se alinean en el frente norte y de izquierda a derecha, la iglesia de San Juan Bautista, su espadaña exenta y la ermita de San Pedro.

La iglesia de San Juan Bautista es románica o protogótica, según se mire, construida en el siglo XIII o incluso a principios del XIV. Tiene una extraña planta en “L” en la que destaca el volumen cúbico del testero que se cubre con bóveda de cañón apuntado más allá del arco triunfal, con capitel derecho historiado con el tema de Daniel en el foso de los leones. La portada es muy sencilla, desnuda totalmente de decoración en los elementos de su abocinamiento. Pudo ser trasladada en una más que posible reforma del año 1835 (hay inscripción con esta fecha en el frente) en la que se ensancharía el muro de la nave, dando lugar a la atípica planta con la que ha quedado. En el interior, aparte de un pequeño retablo barroco con talla popular del patrón, se guardan dos tallas góticas procedentes de las ermitas de Santiago y de Dondevilla. La primera es un Santiago Peregrino de tosca ejecución, posiblemente de finales del XV o de principios del XVI. La segunda es mucho más valiosa. Representa a la Virgen sedente y posee la expresividad idealizada de su rostro.

La espadaña exenta es de la misma época. Es un elemento potente y pesado en el que resulta muy original el cuerpo de la escalera sobre arcosolium apuntado, tras el que se asoman dos pisos de troneras con el mismo tipo de arcos.

Cierra el conjunto la ermita de San Pedro. Muestra una ruina avanzada, pero todavía se mantienen en pie los muros de buena sillería, que delimitan un espacio de una sola nave y cabecera recta con contrafuertes oblicuos encargados de contrarrestar las presiones de la bóveda de crucería, a punto de desplomarse. La portada y la minúscula espadaña sobre el vértice del hastial resultan de una austeridad extrema. Data de la segunda mitad del siglo XVI.

Ligeramente apartada del casco urbano se sitúa la ermita de Dondevilla u Ondevilla. La nave y la sacristía son del siglo XVII, presentando muros herméticos y portada simple adintelada. La cabecera es recta, de fábrica en la línea que veíamos en la iglesia de San Juan Bautista aunque con elementos románicos más acusados en los canecillos historiados de los laterales, la aspillera sogueada de la ventana del miro este y las dobles columnas del arco triunfal apuntado que generan una bóveda de cañón de misma tendencia.

Aún existe una tercera ermita e el término de Aldea de Ebro, concretamente en le Barriuco, en la otra orilla del Ebro, cera del puente de “Los Riconchos”. Cuenta con advocación a Santiago por lo que se la supone un origen al amparo del ramal de la ruta jacobea que remontaba el Ebro por un antiguo camino que fue calzada en tiempos romanos. Es modesto edificio del siglo XVIII.

Ya hemos apuntado la calidad de la arquitectura tradicional que nos encontramos formando las principales callejas y plazas de la Aldea. Fuera del pueblo, existen todavía otros dos puntos de interés. Uno es el balneario, ubicado a orillas del Ebro a un kilómetro al norte del caserío. Cuenta con unos pocos edificios destinados a zona de albergue y de baños, en los que se toman unas aguas sulfuradas que cuentan con cierta fama en el tratamiento de enfermedades cutáneas. El otro punto es un viejo molino junto al puente de “Los Riconchos” en un bellísimo paraje a orillas del Ebro, en el que todavía se conserva parte del calce o canal, así como las principales dependencias que lo hicieron funcionar.

 

RECURSOS

TELECLUB atendido por un vecino del pueblo. No tiene un horario determinado.