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Castillo de San Vicente

Posted in Arte en piedra, Castillos

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Vigila al pueblo desde un alto escarpado, al noreste del pueblo, desde el que se tiene un extenso dominio visual de la planicie de Campoo de Suso y de los pasos naturales hacia los pastizales de la cuenca alta del río Saja y del río Argoza. Es una robusta construcción, que consta de dos torres descentradas unidas por un cuerpo central, frente al cual se abre una pequeña plaza de armas delimitada por una barbacana por la que se efectúa el acceso al castillo a través de un arco apuntado. Pese a la aparente unidad del conjunto, el castillo no se edificó de una vez, sino que es el fruto de sucesivas ampliaciones. En el siglo XIII se levantaría la torre occidental sobre los muros de una pequeña iglesia de los siglos IX o X, con advocación a San Vicente, que es la que dado nombre al castillo (cuyos restos aparecieron durante las obras de rehabilitación de 1989, junto a una tumba de lajas de la misma época). En el XIV se construiría la torre oriental y ya en el XV el cuerpo central que las une y la muralla, lo que acabó dando un aspecto de castillo a lo que el Principio no eran más que dos torres defensivas separadas, con características estilísticas similares a otras de la zona como las de Proaño, San Martín de Hoyos o Ruerrero.

El castillo fue uno de los puntos fuertes del Señorío de la Vega desde el que se defendieron sus intereses en Campoo de Suso. En el siglo XV, es titular del mismo Doña Leonor de la Vega, esposa del Almirante de Castilla, Don Diego Hurtado de Mendoza y madre de Iñigo López de Mendoza, el ilustre Marqués de Santillana, uno de los protagonistas fundamentales de la política castellana de aquel momento, más conocido, quizás, por la calidad de su obra poética. A la muerte del Marqués, en 1458, le sucede su primogénito, Diego Hurtado de Mendoza, quien merced a la fidelidad demostrada a los Reyes Católicos, sería nombrado en 1475 Duque del Infantado y Marqués de Argüeso y de Campoo. El castillo pasó a ser desde entonces la sede del Marquesado de Argüeso, que se organizó bajo una administración independiente en algunos aspectos a la de la Merendad de Campoo, a la que estaban adscritos algunos pueblos de Campoo de Suso como Barrio, Entrambasaguas, La Hoz, Serna, Villar, el propio Argüeso y parte de Abiada, Espinilla y Naveda. En 1873, Don Mariano Téllez de Girón, último de los marqueses de Argüeso, vendería el castillo y sus propiedades a un vecino del pueblo y, tan solo ocho años después, los pueblos que todavía se regían bajo la jurisdicción del marquesado, optaron por fundirse con los de Campoo de Suso, formando un solo ayuntamiento, que es el que hoy en día conocemos bajo la denominación de Hermandad de Campoo de Suso. Desde entonces el castillo se abandonó a su suerte, lo que provocó la ruina total de sus piedras, que no frenaría la declaración en 1983, como Bien de Interés Cultural. Ya en 1988 se iniciaron labores de reconstrucción, discutidas en algunos foros de historia y patrimonio.

NOTA VIAJERA:

Además del conocimiento histórico que nos permite la visita al Castillo de Argüeso, su puesta en valor turístico lo ha convertido en un centro de referencia para los viajeros que llegan al Sur de Cantabria. A los mencionados valores históricos, se une la gran capacidad de seducción y la belleza de la restauración artesana en madera y piedra realizada por la casa Sobaler; el castillo suma a sus atractivos una programación estable y consolidada de exposiciones de gran nivel, principalmente de pintura pero también escultura, fotografía, etc. Además de las exposiciones diferentes eventos de carácter cultural se celebran en el castillo a lo largo del año, por lo que recomendamos estar al tanto de su programación. Se preveé que en el otoño del 2014, las salas altas de una de sus torres acojan, como contenido estable, un punto interpretativo sobre EL OSO PARDO EN EL SUR DE CANTABRIA.

El eje Castillo de Argüeso/Poblado Cántabro de Argüeso/Nacimiento del Ebro, forman en un espacio cercano una opción de visita para media jornada de alta calidad y el más visitado en esta comarca.

Localización

A continuación, os dejamos una galería fotográfica del maestro artesano encargado de la restauración del Castillo, Tomás Sobaler. Fotos: Miguel de Arriba. Sociedad Regional de Educación, Cultura y Deporte de Cantabria, para fondo Sur de Cantabria.

FAMILIA SOBALER:  Del año 1988 hasta el 1995, esta familia de constructores/carpinteros de Espinilla dirigida por su maestro Tomás Sobaler acometió de manera integral las labores de levantado y reconstrucción del Castillo de San Vicente. La obra tuvo un carácter artesano y de raíz de gran importancia muy vinculado a la tradición constructiva popular de la zona; la observación del resultado final permite también una valoración etnográfica relevante. Los elementos principales, piedra y madera, han sido manejados con gran destreza, y dejan intuir un trabajo manual ancestral. La restauración está plena de detalles que el visitante debe descubrir, un ejemplo de ello son los 3000 encajes a mano para los clavos de la tarima de castaño.