Tomás Sobaler y su nieto Jesús, en el Castillo de Argüeso. Azuelar. Campoo devanado. Posted in Sin prisa pero sin pausa, cuidando los detalles, poniendo cariño en cada uno de los matices, así es como se hizo la restauración del Castillo. Compártenos en la red...FacebookTwitterGoogle+PinterestLinkedinemail